2 febrero: Xi’an

Pensé que nunca llegaría a Xi’an después de tantas trabas. Lo primero que hago es ir al hotel a dejar las cosas, darme una duchita y rápidamente a coger el bús 306 que tras una hora de viaje me lleva directamente a los guerreros de terracota. No hay más tiempo que perder.

El pueblo está desértico. No se ve a nadie por la calle y todos los restaurantes y tiendas están cerrados. Esto sólo puede significar una cosa: esta noche es el fin de año chino. Pago los 110 yuan de la entrada, que aunque son 12€, me parece exageradamente caro. Todo valga para seguir financiando las excavaciones. Aquí hoy no trabaja ni el apuntador, así que me quedo sin audioguía, que era la única que quería de todos los sitios que iba a visitar, ya que no hay muchos paneles informativos. Veo los 3 pabellones, primero el 3, luego el 2 y luego el 1, haciendo caso a las recomendaciones de mis compis de muralla.

De vuelta a Xi’an, se empieza a ver por las calles puestos ambulantes de fuegos artificiales, petardos y demás parafernalia. Algo se está cociendo en Xi’an… Y tanto, a partir de las 5 de la tarde empieza a explotar todo este material. Se escuchan estruendos por todas partes. Tracas de petardos que suenan en las aceras. Esto sólo es un aperitivo, lo gordo empieza sobre las 7-8, cuando ya se ven fuegos artificiales en cada rincón del cielo al que mires. Mientras tanto doy un paseo por un tramo de la muralla de Xi’an con unos chavales alemanes muy majos que curran para Bosch en Shanghái. Pero es a las 11:30 de la noche cuando me quedo flipando con la que se está montando en esta milenaria ciudad. Sin palabras. Fuegos artificiales por doquier. Niños y mayores se lo pasan en grande haciendo explotar todo el material recaudado durante la tarde. Imaginaos los fuegos del San Froilán, pero en muchos puntos de la ciudad y todos al mismo tiempo. Creo que jamás olvidaré este momento. Cuando pueda subo un vídeo a youtube.

Son las 3 de la mañana y todavía siguen tirando fuegos, así que nada, feliz año nuevo!!

P.D: Saludos a todos. Ah, aquí el Facebook está capado. Y buen viaje a ti Juanillo!